Teniendo en cuenta las fuerzas a las que el ala de un avión suele estar sometida (entre las que se incluye, desde luego, el peso del aparato), parece claro que a pesar de su aparente fragilidad un ala es capaz de soportar una gran cantidad de peso. Una manera muy gráfica de comprobarlo es subiéndose a ellas, como puede verse en las siguientes fotografías. Sin duda unas imágenes curiosas.
un Hellcat cargado de niños
un Hawker Tempest demuestra su musculatura
B-17, fortaleza volante con algo de tripulación extra
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